El autoconsumo fotovoltaico ya es una opción técnica y económicamente viable en nuestro país. La energía es un bien básico de consumo, fundamental para el progreso de nuestra sociedad moderna. No planteamos el autoconsumo como un negocio, es un derecho y una necesidad, una evolución hacia un sistema eléctrico más libre y eficiente. Y con energía 100% renovable.
El gobierno lleva años demorando la regulación del sector, las eléctricas no están por la labor de abrir su monopolio y es que el autoconsumo «democratiza» la generación eléctrica permitiendo a cada consumidor ser también el productor de su propia energía limpia.
Denominamos autoconsumo a la capacidad de un usuario para poder producir su propia energía eléctrica a partir de fuentes renovables y consumirla en su instalación.
Podemos diferenciar el Autoconsumo en dos categorías:
- Autoconsumo instantáneo: No se producen excedentes y toda la energía que se produce se consume en el instante por parte del usuario.
- Autoconsumo con balance neto: Se produce intercambio de energía con la red eléctrica. Los excedentes se vierten a la red y son compensados con el consumo en periodos que no se genera energía. Al final del año se valora la diferencia entre lo consumido y lo generado.
Se hace esta diferencia entre autoconsumo y balance neto porque a fecha de hoy no disponemos de normativa en España que nos permita realizar el balance neto, es decir nuestro contador eléctrico no va restar los kWh que se entreguen a la red por parte de nuestra instalación renovable.
Para que no haya excedentes es necesario conocer nuestro consumo y en qué momentos se produce. La instalación solar fotovoltaica tiene su máxima producción en las horas centrales del día, y es diferente el perfil de consumo de un usuario en una vivienda particular que el de una empresa u oficina.
La instalación fotovoltaica dependerá de nuestros hábitos de consumo. Disponer de un monitor de energía ayuda a conocer nuestra curva de consumo. Normalmente, en una vivienda el consumo continuo producido por la nevera, standby, aire acondicionado, etc… puede estar entre 100W y 500W, dependiendo de los equipos eléctricos conectados.
Queremos reducir este consumo continuo al máximo sin llegar a ser negativo ya que se estaría vertiendo a la red y ese no es el objetivo en este caso, además algunos contadores digitales de las compañías eléctricas no diferencian de donde viene la energía por lo que si se vierte a la red, suma kWh a la facturación. Si, aunque parezca mentira, esta estafa se produce en España, así que mucho ojo porque creemos estar ahorrado y nos están cobrando. Con los contadores analógicos (los antiguos) esto no ocurre ya que se consigue “parar” la rueda y aunque no descuenta tampoco suma.
Algunas de las ventajas del Autoconsumo son:
- No supone coste para el sistema eléctrico.
- El consumidor obtiene un ahorro económico y energético para siempre con una pequeña inversión.
- Una mayor eficiencia energética del sistema gracias a la generación distribuida, que permite un ahorro energético no inferior al 10%, al evitar las pérdidas por transporte porque la energía se produce cerca de los puntos de consumo.
- Reduce el consumo de combustibles fósiles y la dependencia energética de España con el exterior.
- Reduce las importaciones energéticas, lo que redunda en un menor déficit y la mejora en la Balanza de Pagos.
- Reactiva la actividad económica e industrial nacional y aumenta la competitividad de las empresas. Todo ello implica un tejido empresarial más fuerte y generación de empleo estable y de calidad.
- Facilita alcanzar los objetivos medioambientales del país de lucha contra el Cambio Climático.
- Permite un ahorro a través de las emisiones de CO2 evitadas.
- Permite canalizar el ahorro privado hacia una inversión local y próxima que beneficiará a toda la Sociedad.