Energías renovables SÍ, gracias.

Me estoy leyendo un libro fantástico del profesor Carles Riba: Recursos energéticos y crisis, el fin de 200 años irrepetibles. El profesor Riba nos explica cómo hemos llegado hasta aquí y cuáles son las claves de un futuro sostenible. Os presentamos en este post un resumen del libro.

Actualmente, las energías no renovables o, lo que es lo mismo, SUCIAS, (petróleo y gas), MUY SUCIAS (carbón) y MUY PELIGROSAS (nuclear), constituyen la inmensa mayoría  del consumo energético mundial, el 92%. Sólo el 8% tiene un origen renovable.

Las reservas de esta energía no renovable, se encuentran a miles de kilómetros de los consumidores, están en manos de multinacionales y en su obtención y transformación se pierde más del 35% del total.

El consumo medio mundial en la actualidad es de 17, 867 TW. Como el Terawatio es una unidad de potencia que equivale a mil millones de kilowatios, consumimos, por tanto, una media de 17.867 millones de kilowatios.

Las reservas de combustibles fósiles reconocidas, en términos de energía y unificando unidades, son de 1.126,19TWa.

Fuentes: Oil&gas Journal, World Energy Council e International Atomic Energy Agency

El Terawatio año (TWa) es una unidad de energía que equivale a 8.760.000.000.000 kilowatios hora:

Energía= Potencia x Tiempo

Eso equivale a 10.000 millones de millones de kWh. ¿Parece mucho, no?

Si tenemos en cuenta que somos casi 7.000 millones de habitantes en el mundo,

y que el consumo medio total en 2008 fue de 17,867 TW,   la media por habitante nos sale de 2,67 kW/hab. Si siguiéramos consumiendo igual que en 2008, las reservas se acabarían en 2071.

Pero la población crece y el consumo también.

En los próximos años, la gasolina, el gas, el gasoil y la electricidad multiplicarán su precio. Y ya lo estamos notando. Seamos inteligentes y no nos creamos todo lo que nos cuentan:

1.- Los recursos NO son inagotables: Las petroleras saben que por muchas perforaciones nuevas que hagan, la cantidad de petróleo que queda por descubrir es mínima. Y no tienen alternativas. Según la Agencia Internacional de la Energía, en 2006 alcanzamos el “peak oil”. Se ha terminado el petróleo “accesible” a precio “barato”.

2.- NO hay cartas escondidas NI soluciones mágicas: Por mucha confianza que haya puesta en nosotros, los técnicos, no tenemos soluciones milagrosas.

3.- Las nucleares NO resuelven el problema: añaden un factor de peligrosidad enorme y no queda suficiente Uranio de extracción rentable

4.- Los biocombustibles NO son la solución: La tierra cultivable es necesaria para producir alimentos.

En un planeta con recursos finitos, el crecimiento no puede ser infinito. El modelo actual NO ES SOSTENIBLE.

La solución pasa por un cambio de modelo, de hábitos y de tecnologías.

1.- Recuperar el control:

-Evitando largos, complejos, costosos, lejanos e ineficientes, procesos de transformación.

– Multiplicando y acercando las fuentes energéticas.

– Fomentando el autoconsumo.

2.- Reducir el consumo

– Racionalizando el uso del transporte.

– Ahorrando luz en los ámbitos público y privado. La energía más limpia es aquella que no se consume.

– Aislando, moderando las temperaturas, reduciendo los volúmenes climatizados y fomentando la arquitectura bioclimática.

– Evitando envases innecesarios y consumiendo de manera más responsable: Cambiar los hábitos de “usar y tirar” por “Reducir, Reutilizar, Reciclar”

3.- Pasarnos a las renovables

Eólica, fotovoltaica, hidráulica y marina para generar TODA la electricidad: Iluminación, motores, transportes, climatización, etc.

Solar térmica, biomasa, geotérmica para TODAS las necesidades térmicas: Calefacción, ACS, industria, etc.

Energías sucias y no renovables ÚNICA y MODERADAMENTE para la agricultura y el transporte colectivo aéreo y marítimo, lo cual permite prolongar la transición hasta el desarrollo de nuevas alternativas.

El nuevo modelo es el DECRECIMIENTO ENERGÉTICO y en él, Europa puede y debe ser pionera manteniendo sus valores de BIENESTAR Y CULTURA.

¿Qué conseguimos?

1.- Asegurar un futuro a nuestros hijos

2.- Mejorar sustancialmente nuestra calidad de vida

3.- Revertir el proceso de cambio climático.