Una vez leí que un indicador de la salud de una sociedad era su capacidad de plantar árboles sabiendo que la sombra la iban a disfrutar sus hijos.
Viendo lo que está pasando con la regulación sobre las energías renovables que está impulsando el Gobierno de este país, creo que vivimos en una sociedad gobernada por enfermos; gente mentirosa, mezquina, deshonesta, egoísta e insolidaria.
La energía renovable y su aprovechamiento no son un lujo por el que haya que pagar una tasa o un peaje. Son un bien común que debemos aprovechar y utilizar para construir un futuro más sostenible. Debemos educar y ser el ejemplo para nuestros hijos y juntos, trabajar por un Mundo más justo, habitable y respetuoso con el Medio Ambiente.
La energía hace progresar a los pueblos; y cuando hablo de progreso me refiero a dotar a sus ciudadanos de mejores condiciones de vida de una forma sostenible, justa y respetuosa con la Tierra. La energía no es un lujo: es una necesidad.
¿A quién defiende el ministro de industria aprobando una regulación que fomenta un sistema de crecimiento insostenible, desequilibrado, injusto y contaminante en vez de un modelo basado en el ahorro, la eficiencia, la democratización de la energía y las fuentes renovables?.
Sr. Ministro, ¿usted se ha vuelto loco de repente o es que en realidad no nos representa y simplemente se está asegurando un sillón en el consejo de administración de alguna empresa energética? Lo que usted propone, va en contra de las normativas europeas de eficiencia energética, en contra de los planes estatales de ahorro y eficiencia, en contra de reducir el gasto de las familias, pero sobre todo va contra la salud de nuestra sociedad: es como si nosotros les estuviésemos pagando un buen sueldo cada mes para que plantase árboles cuya sombra disfrutaran nuestros hijos, y usted y sus amigos se dedican a cortar los árboles que nosotros habíamos plantado y a vender la madera a unos contrabandistas que después les darán trabajo. Son ustedes unos sinvergüenzas indecentes.
La legislación impulsada por su Gobierno amenaza y penaliza a los que queremos aprovechar la energía solar. A los que creemos que un sistema energético eficiente y renovable es técnicamente posible y presenta múltiples beneficios para la sociedad desde el punto de vista social, económico y ambiental.
La reforma energética que usted propone arruina a miles de familias que invirtieron en energías renovables respaldados por la garantía que ofrecía el Gobierno, aniquila a un sector productivo estratégico y de gran proyección como es el de las energías renovables, destruye la credibilidad como país e introduce una inseguridad jurídica propia de repúblicas bananeras.
Por muy poderosos que usted y sus colegas se crean, el poder es nuestro, de las personas que conformamos esta sociedad. Y muchas personas pequeñas que luchan por el bien común no pueden ser paradas por una banda de chorizos.