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Network Rail ha aprovechado la remodelación del puente y la estación de Blackfriars en Londres para instalar 6.000 metros cuadrados de paneles fotovoltaicos, que convertirán a esta infraestructura en el mayor puente solar del mundo.
Las obras para remodelar la estación, abierta en 1885 en el puente del mismo nombre sobre el río Támesis, promete convertir a ésta en uno de los centros turísticos de Londres, en competencia con otros puntos de interés de la ciudad como el Big Ben, el Palacio de Buckingham o la Torre de Londres.
Las obras comenzaron en 2011 con el objetivo de atender mejor a los pasajeros y ofrecer un mejor servicio.
Network Rail, dueña de la red ferroviaria británica, decidió entonces aprovechar las obras para convertirla en una estación verde e icono de estructura sostenible, dentro de su proyecto de reducir un 25% las emisiones de dióxido de carbono (CO2) por kilómetro y pasajero en 2020.
De este modo, la instalación contará con un nuevo techo solar compuesto por 4.410 paneles fotovoltaicos, fabricados por la multinacional japonesa Panasonic. Los paneles, que comenzarán a funcionar antes del verano, ocuparán más de 6.000 metros cuadrados de superficie y su capacidad de generación conjunta alcanza los 1,058 megawatios (MW).
Con esta potencia producirán alrededor de 900.000 kilovatios/hora de electricidad al año, cubriendo cerca de la mitad de las necesidades energéticas de la estación de tren de Blackfriars, según Solarcentury, empresa a cargo de la instalación. Además, ayudará a reducir las emisiones anuales de gases de efecto invernadero en 511 toneladas de CO2 al año.
